Día Mundial del Donante de Sangre 2024

14 de junio - Acad. Miguel Tezanos Pinto

La disponibilidad de donantes de sangre es un problema que aqueja al mundo entero, particularmente a países como el nuestro, en vías de desarrollo y a toda América Latina en su conjunto.

Todos ellos se enfrentan a un desafío constante: recolectar suficiente sangre de donantes seguros para cumplir con los requisitos necesarios.

La donación de sangre por parte de donantes voluntarios y no remunerados se reconoce como crucial para la seguridad y sostén de los suministros nacionales de sangre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación de la Cruz Roja están comprometidas a lograr una donación de sangre 100% voluntaria.

La colaboración estratégica entre la OMS y la Federación estuvo marcada por la designación de “la seguridad de la sangre” como tema del Día Mundial de la Salud de la OMS el 7 de abril del año 2000. Esto sentó las bases para el establecimiento conjunto del “Día Mundial del Donante de Sangre”, que se celebra anualmente el 14 de junio y tiene como objetivo concientizar sobre la importancia de la donación de sangre y reconocer la contribución de los donantes voluntarios y no remunerados para salvar vidas y mejorar la salud.

El donante voluntario aporta su sangre y el servicio de hemoterapia fracciona su donación en los distintos componentes de la misma: glóbulos rojos, plasma y plaquetas; lo cual significa que el beneficio no se limita a un solo paciente. No recibe por ello ningún pago, ni en efectivo ni en especie, que pueda considerarse un sustituto del dinero. Los refrigerios y en ocasiones, el reembolso de los gastos de viaje, son compatibles con lo que consideramos no remuneración.

El donante voluntario, en particular el donante habitual, forma parte de la primera línea de defensa para evitar la transmisión de enfermedades como VIH y las hepatitis virales. Está motivado por el altruismo y el deseo de ayudar a los demás, por un sentido de deber moral o responsabilidad social. No tiene motivo para ocultar información sobre su estilo de vida o condición médica que puedan hacer que no sea apto para donar. El personal del hospital público o privado, los familiares y la comunidad no lo presionan. El donante voluntario ofrece su donación para ser utilizada cuando sea necesario y no para un paciente específico. La única recompensa que recibe es la satisfacción personal, autoestima y orgullo.

En nuestro país ya se observa ese espíritu de solidaridad que va creciendo y que no es de conocimiento público. El Hospital Garrahan tiene 15.000 donaciones anuales y desde el año 2011 son todas voluntarias. El Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez” 2.500 donantes con el 82% de voluntarios
Es necesario mencionar que esto se logra con la estrecha colaboración de los llamados “equipo de promoción”, ONG´s vinculadas a la donación de sangre. Cuando ese equipo de promoción funciona incorporado a la unidad de hemoterapia, como es el caso de las Colectas Externas de Sangre (CES) del Instituto de Hemoterapia de La Plata, se logra la colaboración de muchas localidades vecinas.

Finalmente, no olvidemos al “donante de reposición”, que acude a pedido de un familiar o amigo. Si resulta que el altruismo es insuficiente para llenar los bancos de sangre, habría personas que verían seriamente afectada su posibilidad de curación. Ante esa disyuntiva, no parece sensato sacrificar la vida de las personas a favor de una política de protección inmaculada del don propio del altruismo. Es éticamente irreprochable.

Recordemos este 14 de junio como el símbolo de la confraternidad y amor a los que sufren.