Día Mundial sin Tabaco 2024
Acad. Juan Antonio Mazzei
Desde el año 1988 se celebra el 31 de mayo el día mundial sin tabaco, reconocido oficialmente por la Organización Mundial de la Salud y bajo resolución de la Asamblea Mundial de la Salud.
Desde entonces, todos los años, se ha establecido un lema que sea evocador de la importancia de dejar de fumar y evitar los daños provocados por el tabaco.
Para el año 2024 el lema será “Proteger a los niños de la interferencia de la industria tabacalera”.
El tabaquismo constituye la principal causa de muerte evitable en los países desarrollados.
El uso de tabaco, ya sea como cigarrillos, cigarros u otras formas de consumo se asocia a un importante impacto negativo sobre la salud humana, causando la muerte de más de 8 millones de personas todos los años (7 millones de fumadores activos y más de 1 millón de no fumadores, afectados por el humo de segunda y tercera mano).
En el mundo hay alrededor de 1300 millones de consumidores de tabaco.
El tabaco contiene más de 7000 sustancias químicas, de las cuales al menos 70 están asociadas al desarrollo de cáncer.
El uso de tabaco se asocia al aumento de riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, cáncer, diabetes e hipertensión, así como efectos negativos sobre el embarazo.
La mortalidad atribuible al consumo de tabaco representa el 15% de las muertes por enfermedades cardiovasculares, el 24% por cáncer y el 45% por enfermedades crónicas respiratorias.
El tabaco es el único producto de consumo legal que mata hasta a la mitad de los fumadores que lo utilizan habitualmente.
La esperanza de vida de los fumadores es 10 años menos que la de los no fumadores.
El tratamiento de las enfermedades debidas al tabaco, en el año 2012 insumió 422 billones de dólares que representaron el 5.7% de los gastos de salud a nivel mundial.
El uso de tabaco tiene un enorme costo económico, ya que además de los gastos en salud, produce una gran pérdida de productividad en el año 2012 fue el equivalente a 1436 billones, es decir, el 1.8 del PBI mundial.
La distribución de estos gastos, impresionantes en su magnitud, correspondió al 40% en los países en desarrollo.
Los efectos nocivos del tabaco no son solo en quienes lo utilizan directamente, “humo de primera mano”, ya que en los lugares públicos o de trabajo y el domicilio, quienes están presentes, al respirar el aire, si en estos lugares se fuma, también tienen el efecto pernicioso sobre la salud denominado: “humo de segunda mano”.
Existe otro efecto negativo que es el denominado “humo de tercera mano” que se debe a los residuos del humo de tabaco y sus constituyentes químicos, que permanecen en las superficies y el polvo si en dicho ambiente se ha fumado.
Estas sustancias contaminan las superficies y el ambiente y reaccionan con los oxidantes y otros componentes existentes a ese nivel llevando a polución secundaria.
Esta contaminación resulta en un costo significativo para poder removerla y puede dañar la salud en el hogar, especialmente a los niños.
Los niños en edad escolar, expuestos a “humo de segunda y tercera mano” pueden estar sometidos a los efectos de estas sustancias que serían responsables del aumento del asma, debido a la inflamación causada por dicha exposición.
Los niños y adolescentes que utilizan cigarrillos electrónicos tiene al menos el doble de probabilidades de fumar cigarrillos en el transcurso de su vida.
Los beneficios de dejar de fumar aparecen a las pocas horas de la suspensión del uso de tabaco.
A las dos semanas el riesgo de sufrir infarto de miocardio comienza a disminuir y la función pulmonar comienza a mejorar.
A partir del primer mes disminuye la tos y mejora la falta de aire.
Estos beneficios se mantienen por espacio de todo el tiempo que se produzca la abstención tabáquica.
A partir del segundo año disminuyen los riesgos de accidentes vasculares cerebrales y en 5 años la probabilidad de padecer cáncer bucal, de laringe, esófago o vejiga se reduce a la mitad.
A los 10 años la posibilidad de tener cáncer de pulmón se reduce a la mitad, lo mismo que el riesgo de padecer cáncer de riñón o de páncreas.
En 15 años el riesgo de padecer una enfermedad coronaria es similar al de una persona que nunca hubiera fumado.
El cigarrillo es también un factor de riesgo para las personas con diabetes tipo 2, dificultando el control de la enfermedad.
Por todos estos motivos es importante que en esta fecha se difundan las evidencias científicas que avalan la erradicación del tabaquismo en cualquiera de sus formas para evitar los efectos nocivos para la salud de la población.