El Protomedicato porteño
El Protomedicato de Buenos Aires fue creado por Carlos IV de España por cédula del 17 de agosto de 1798, independiente del Perú, aunque ya estaba en funciones desde hacía casi dos décadas.
El Protomedicato era una institución española creada por Juan II de Castilla y organizada por Felipe II que reconocía la suficiencia de los que aspiraban a ser médicos y concedía las licencias para el ejercicio de la profesión. Se ocupaba asimismo de la salud pública. En España, Protomédico era cada uno de los médicos del rey, que componían el Tribunal del Protomedicato.
En América los primeros Protomedicatos fueron los de Lima y México; antes del virreinato, Buenos Aires dependía del Protomedicato de Lima.
Miguel Gorman, llegado a estas tierras con la expedición de Pedro de Cevallos en 1777 fue el impulsor de la creación del Protomedicato porteño; ese mismo año, el 1º de julio, escribió al Dr. Juan Gómez, médico de cámara del rey, haciéndole saber la necesidad de la creación del Protomedicato de Buenos Aires. Esta información pasó a José Galvez, ministro universal de las Indias quien la mostró al rey que la envió al Consejo de Indias el que solicitó informes al entonces virrey, Juan José de Vertiz y, al mismo tiempo a la Audiencia de Charcas y al Protomedicato de Lima.
Al no obtener respuesta, Vertiz resolvió crear el Protomedicato de Buenos Aires el 1º de febrero de 1799 , nombrando como Protomédico en forma interina al Dr. Miguel Gorman de lo que informa a la corte el 5 de febrero de 1799 sin el permiso real que, merced a la burocracia y la lentitud de la corte española llegaría dos décadas más tarde. El 7 de febrero de ese año Gorman juró como Protomédico y contribuyó con sus aportes para el funcionamiento de la institución.
La sede del Protomedicato fue inaugurada por el mismo virrey Vertiz el 17 de agosto de 1780 en dos piezas del colegio de los jesuitas, al lado de san Ignacio, en la calle Potosí (hoy Alsina), que fueron reacondicionadas para su nueva función.
Durante la inauguración Gorman pronunció un discurso en latín.
En 1781, Gorman reitera la solicitud a Carlos III que continúa con sus dudas por la nacionalidad británica de Gorman.
El nuevo virrey, Marqués de Loreto vuelva a enviar la solicitud apoyando e Gorman en el año de 1787.
Finalmente, el nuevo rey, Carlos IV, ordena la creación del Protomedicato el 1º de julio de 1798.
Dentro de las funciones de la institución estaba la enseñanza y el virrey Olaguer y Feliú nombra a Miguel Gorman en el cargo de Protomédico y Catedrático de Medicina, a José Capdevila, Catedrático de Cirugía, a José Miguel Carballo , asesor, a Juan José Rocha, escribano y a Miguel Mansilla, alguacil, el 21 de enero de 1799. Pero el que informa los nombramientos el 5 de junio de ese año es el Marqués Avilés, el nuevo virrey.
Como Capdevila se excusa es nombrado en su lugar el Licenciado Agustín Eugenio Fabre.
Estos nombramientos son aprobados por el rey el 18 de septiembre de 1799.
Gorman y Fabre fueron los Protomédicos oficiales.
La Revolución de Mayo aceptó la institución y el 6 de junio de 1811 nombró a un tercer Protomédico: el Dr. Cosme Argerich; Narciso Marull fue el examinador de Farmacia.
En 1816 Miguel Gorman fue jubilado por sus achaques y en su reemplazo se nombró al Dr. Justo García Valdés.
Las funciones del Protomedicato de Buenos Aires fueron variadas:
- Tomar examen de competencia a médicos, cirujanos, sangradores, boticarios, etc
- Revalidar títulos.
- Informar a las autoridad los problemas médicos acaecidos en la administración , la iglesia y el ejército.
- Declarar la obligación de denunciar las enfermedades epidémicas.
- Aconsejar medidas para evitar y combatir epidemias.
- Fijar los aranceles médicos y el costo de los medicamentos.
- Tomar denuncias del mal ejercicio de la profesión.
- Perseguir al curanderismo.
- Fiscalizar la salud de los pasajeros que llegaban a la ciudad.
- Examinar a los esclavos destinados para la venta.
- Organizar la enseñanza de la medicina y la cirugía.
Todo esto se cumplió aunque nunca tuvo una organización definitiva ni un reglamento aprobado por el rey.
Desde el punto de vista de la Salud Pública el Protomedicato cumplió una efectiva actividad, en especial durante las epidemias, que eran frecuentes.
También ejercía funciones médico legales, pericias psiquiátricas, etc.
A comienzos del siglo XIX comenzó asimismo con la enseñanza de la medicina.
Como se ve, fue una institución con mucha actividad y cumplía funciones del actual Ministerio de Salud, medicina legal y docencia, entre otras.
El Protomedicato desapareció en 1822con la nueva organización del Estado y la creación de la Universidad de Buenos Aires y la Academia Nacional de Medicina.
Hacia la misma época ocurrió lo mismo en España por decreto de Fernando VII.
El Protomedicato de Buenos Aires es el progenitor primero de las instituciones médicas del país.