Día del Bibliotecario en la República Argentina
13 de septiembre - Bibl. María Graciela Sevilla
El 13 de septiembre de cada año, en la República Argentina, se celebra el Día del Bibliotecario, una fecha de profunda importancia para rendir homenaje a los profesionales que, con vocación y dedicación, preservan, organizan y difunden el conocimiento, contribuyendo al desarrollo cultural, educativo y científico de la sociedad. Esta conmemoración tiene un origen específico, establecido por el Congreso de Bibliotecarios, reunidos en Santiago del Estero en 1942 y más tarde, en 1954, mediante el Decreto N.° 17.650/54, se instituyó a nivel nacional para homenajear a todos los bibliotecarios y bibliotecarias del país.
La elección de esta fecha se remonta a un acontecimiento histórico trascendental para la bibliotecología argentina: el 13 de septiembre de 1810, durante el gobierno de la Primera Junta de Gobierno, se creó la "Biblioteca Pública de Buenos Aires", antecedente de la actual Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM), la cual fue una de las primeras instituciones encargadas de garantizar el acceso al conocimiento público y de promover el desarrollo cultural en el país. Este hecho marcó un hito en la consolidación de la biblioteca como un espacio fundamental para la educación y el libre acceso a la información, valores que siguen siendo la esencia de las bibliotecas hasta el día de hoy.
En este contexto, el bibliotecario, como actor clave en la preservación y el acceso al conocimiento, cumple una función esencial en la construcción de una sociedad democrática y plural. Como señala el reconocido teórico Michael Gorman, "los bibliotecarios no son solo custodios de libros, sino también custodios del saber humano, facilitadores del acceso a la información, y promotores del derecho fundamental de la ciudadanía a acceder al conocimiento" (Gorman, 2003). Este rol, que en muchos casos va más allá de la gestión de recursos, implica la responsabilidad de facilitar la alfabetización informacional y digital, garantizando que la información sea accesible para todos, sin distinción de origen o condición.
A través de su formación profesional y compromiso ético, los bibliotecarios son piezas fundamentales en la gestión del conocimiento. Es un activo gestor, un animador social, que hace llegar el libro y/o los documentos a sus destinatarios. Es un dinámico agente social cuya función constituye un imprescindible servicio para responder a todos aquellos que buscan y requieren de la lectura y la información como algo indispensable. En el contexto actual, donde la información fluye a una velocidad sin precedentes, su labor resulta indispensable para filtrar, organizar y poner al alcance de los usuarios de las distintas bibliotecas recursos de calidad, contribuyendo a la creación de un espacio de igualdad en el acceso al saber.
Al conmemorar el Día del Bibliotecario en Argentina, sabemos que es más que una efeméride, es celebrar a todos aquellos que, con su profesionalismo y pasión, velan por la preservación del conocimiento, la organización de la información y la creación de espacios de encuentro para la reflexión y el aprendizaje. La labor de los bibliotecarios, lejos de ser un simple servicio técnico, es una acción estratégica en el fortalecimiento de una sociedad informada, crítica y participativa.