Día Mundial contra el Cáncer de Mama

19 de octubre - Dr. Gonzalo Recondo

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres, estimándose que una de cada ocho mujeres va a tener un cáncer de mama en su vida. De acuerdo a datos de Globocan (IARC) del año 2022 la incidencia ajustada a la edad de cáncer de mama en el mundo oscila entre 26.7 y 100.3 casos por 100.000 habitantes siendo más alta en los países desarrollados (USA y Europa del norte) y más baja en los países menos desarrollados de África central.

Esta incidencia está aumentando al ritmo de 0,33 % anual. En la Argentina, según datos del SIVER del año 2020 la incidencia fue de 73.1 casos por 100.000 habitantes y es de la más alta de la región. La incidencia aumenta con la edad, siendo esta el factor de riesgo más importante junto con la historia familiar de cáncer de mama. Es muy importante identificar a estas familias, la mayoría relacionada con la mutación germinal de los genes BRCA 1 y 2 que tienen también mayor riesgo de cáncer de ovario. Otros factores de riesgo son exceso de peso, dieta, ingesta de alcohol, falta de ejercicio, edad mayor de nacimiento del primer hijo, reemplazo hormonal en la menopausia, mamas densas, etc. Algunos de estos factores pueden ser modificados con hábitos de vida saludables. A pesar del aumento de la incidencia, la mortalidad continúa disminuyendo en el mundo. En la Argentina, la mortalidad ajustada a la edad en el año 2022 fue del 15,8 y está disminuyendo a un ritmo de 1% anual gracias a los programas de diagnóstico precoz y a los avances, tanto en los tratamientos locales como en los tratamientos sistémicos. El uso de mamografía en el tamizaje se recomienda entre los 40 y los 70 o 75 años de edad acorde al consenso inter sociedades del año 2021 y entre los 50 y los 70 años del Instituto Nacional del Cáncer.

Una vez hecho el diagnóstico se debe establecer el tipo de cáncer de la mama y la extensión de la enfermedad que son los determinantes que marcan el pronóstico y guían el tratamiento. Importa saber el tamaño, si se extendió a los ganglios regionales o a otros órganos. Para evaluar la extensión se utilizan métodos de diagnóstico por imágenes como mamografía, ecografía, Resonancia Magnética Nuclear y Tomografía computada acorde a cada caso. Para los tumores localizados ha disminuido la agresividad de los tratamientos locales. A la cirugía parcial o conservadora de la mama se ha agradado la técnica del ganglio centinela que evita hacer cirugía mayor en la axila en un alto porcentaje de los casos. También ha habido avances en las técnicas de radioterapia con tratamientos más cortos y mejor tolerados. Con una biopsia se establece el tipo de tumor. Estos se dividen básicamente en 4 grupos de acuerdo con la agresividad en tumores Luminales A o B, que expresan en mayor o en menor medida receptores hormonales a estrógenos y progesterona donde el tratamiento con anti estrógenos es importante (70% de los casos), en tumores HER2 positivos (expresión de proteína HER2 en 15 % de los casos) donde se cuenta con una cantidad de terapias dirigidas a ese blanco molecular, y en tumores triple negativos (RE, RPg y HER2 negativos) que se da en el 15 % de los casos y donde la inmunoterapia ha sido incorporada recientemente a la quimioterapia tradicional.

La quimioterapia juega un rol todavía importante en muchos casos habiéndose incorporado estudios de biología molecular (Oncotype, Prosigma, paneles de genes de cáncer familiar, etc.) que permiten seleccionar mejor los tratamientos.

El cáncer de mama es prevenible en algunos casos y tratable en todos los casos. Prima el tener conciencia y hacer los controles periódicos recomendados.